Disponen el recálculo de cuotas de auto-plan para la compra de automóviles Fiat
La medida cautelar retrotrae la cuota a mayo del año 2018, más un incremento del 50%. Alcanza a aquellas personas que residan en la provincia de Córdoba.
Mediante un decreto, el tribunal ordenó que este recálculo se formule para la próxima cuota a liquidar y que alcance a todas aquellas personas humanas que, en su carácter de consumidores, hayan suscripto un contrato de auto-plan con las empresas mencionadas (siempre que residan en la provincia de Córdoba). Solo quedarán exceptuadas de la medida cautelar quienes manifiesten expresamente su voluntad de excluirse de la clase definida por el juzgado.
En este sentido, cabe recordar que los ahorristas que formen parte del colectivo afectado no deben hacer ningún trámite ante el tribunal para obtener la protección judicial de sus intereses.
La resolución añade que esta decisión se funda en la verosimilitud del derecho invocada en la causa, puesto que “es prácticamente un hecho notorio el aumento de las cuotas de los planes de autos a valores superiores al ritmo de la inflación”. En relación al peligro en la demora, puntualiza que “si la medida cautelar no se dicta, se corre el riesgo de que las personas dejen de pagar, y les pueda ser iniciada una ejecución prendaria en el marco del legítimo ejercicio de un derecho en cabeza de la demandada”.
Asimismo, el Juzgado en lo Civil y Comercial de 27° Nominación formuló una citación por el término de diez días -contados a partir de la fecha de la resolución- para que se presenten en la causa todas aquellas organizaciones que se crean con derecho a representar al colectivo involucrado. Esta representación será evaluada por el tribunal, que podrá poner coto a la intervención de terceros coadyuvantes cuando se satisfaga el requisito de la suficiente representatividad. Cabe aclarar que el plazo referido puede acortarse si el juzgado entendiera que el requisito de la representatividad aludido ya se encuentra satisfecho.
Por otra parte, el decreto aclara que esta acción no incluye a los suscriptores del grupo 13004, quienes deberán continuar el trámite ante Juzgado en lo Civil y Comercial de 28° Nominación -donde está radicada una acción similar- para evitar la tramitación en paralelo de causas que versen o que tengan por objeto la afectación de similares derechos transindividuales o de intereses individuales homogéneos.
El tribunal también dispuso que el proceso se tramite en forma oral. En este sentido, el decreto explica que, en los procesos de consumo, “deben regir las normas del proceso de conocimiento más abreviado de la jurisdicción” y afirma que el proceso oral es el que “encuadra en esta característica”.
Causa: “Aliaga Pueyrredón, Lucas c/ Fca Automobiles Argentina S. A.- y otros - Acción colectiva. Abreviado”.
Fecha: 3 de febrero de 2020.
EXPEDIENTE: 8987512 - - ALIAGA PUEYRREDON, LUCAS C/ FCA AUTOMOBILES ARGENTINA S. A.- Y OTROS - ACCION COLECTIVA ABREVIADO
Fecha: 3 de febrero de 2020.
EXPEDIENTE: 8987512 - - ALIAGA PUEYRREDON, LUCAS C/ FCA AUTOMOBILES ARGENTINA S. A.- Y OTROS - ACCION COLECTIVA ABREVIADO
Córdoba,
03 de febrero de 2020. Por presentado, por parte y con el domicilio legal constituido.
Téngase por ofrecida la prueba que se expresa. Previo a ingresar a la cuestión traída
a análisis, entiendo menester formular algunas consideraciones acerca del
alcance subjetivo de la pretensión esgrimida. He sostenido en casos similares
al aquí tratado (“ACOSTA, NORA INES Y OTROS C/ VOLKSWAGEN ARGENTINA S.A.-
MEDIDAS CAUTELARES – 8665690” y en “FURLOTTI, JUAN LUIS c/ CIRCULO DE INVERSORES
S.A. Y OTROS – ACCION COLECTIVA – ABREVIADO – 8812822”), que el poder de
disposición de la acción no alcanza al trámite, el que deberá ser impreso por
el tribunal de acuerdo a la normativa vigente, o bien, de acuerdo a lo que la
jurisprudencia del Tribunal Cimero viene sosteniendo. Es criterio del
suscripto, en consonancia con calificada doctrina, que es obligación de los jueces,
cuando una pretensión individual tiene implicancia colectiva, realizar en el
trámite los ajustes pertinentes a los fines de que la acción sea encauzada de
un modo que permita la solución de los conflictos que tengan idéntica base
fáctica, en función de encontrarse discutidos derechos individuales homogéneos.
De hecho, este fue el criterio sostenido en el célebre precedente “Halabi”. En
este sentido, sostiene Lorenzetti: “Puede ocurrir que el proceso tramite
entre dos partes de la relación de consumo, pero que la sentencia que se dicta
tenga efectos expansivos para todos aquellos que tienen los mismos intereses y
que son definidos dentro de la clase homogénea. En el caso “Halabi”, fallado
por la Corte Suprema de Justicia, ocurrió algo similar, aunque no tramitó por
el régimen de esta ley (se refiere a la ley 24.240), pero se trató de
una pretensión individual que terminó con una sentencia que tuvo efectos
colectivos” (LORENZETTI, Ricardo L., “Justicia Colectiva”, Rubinzal
Culzoni, Santa Fe, 2017, p. 351/352, lo mencionado entre paréntesis me
pertenece). Esta conclusión resulta reforzada por Giannini: “las
categorías clásicas –propias de silogismos jurídicos tradicionales- pueden
fallar en la comprensión de la dinámica social moderna. Nuestro tiempo hace
necesaria una prudente actividad hermenéutica de los operadores jurídicos, a
fin de encontrar un sendero procesal razonable y funcional para encarrilar el
tipo de pretensiones aquí estudiado. Por otra parte, no debe olvidarse que el balance
de las consecuencias que traería aparejada la opción por la continuidad del
modelo de enjuiciamiento tradicional o por la previsión de un sistema colectivo
eficiente. Pretender que resulta más adecuado continuar con la reparación de
estos menoscabos masivos a través de reclamos aislados parece notoriamente
irrazonable, porque lleva a dos consecuencias posibles, igualmente
antifuncionales (la primera por ineficiencia en el esquema de enjuiciamiento,
la segunda, por ineficacia del mismo como instrumento garantizador de los derechos
sustanciales): - O se produce un colapso en el sistema, por la multiplicidad de
los reclamos por una misma cuestión (situación que se presentaría especialmente
cuando la ecuación costo-beneficio del accionar individual resultase favorable
para el afectado); - O se garantiza la impunidad de un sinnúmero de lesiones
antijurídicas consumadas (con el consecuente estímulo que toda gratuita irresponsabilidad
genera en el futuro), debido a las ya explicadas dificultades materiales que el
acceso individual al Servicio de Justicia plantea en casos como el mencionado
(ignorancia, soledad, dispersión, dificultosa coordinación de la masa afectada,
deficitaria relación entre el costo y la utilidad de la acción singular, etc.).”
(GIANNINI, Leandro J. “La tutela colectiva de derechos individuales
homogéneos”, Librería Editora Platense, La Plata, 2007, p. 70/72) A mayor
abundamiento, Ucín señala: “…la naturaleza indivisible del bien tutelado por
los derechos de tercera generación impone la necesidad de una solución
definitiva y única. Por ello, la labor judicial debe tender a ser útil en
dicho sentido, pudiendo valerse para ello de la convocatoria de aquel
representante de los intereses en juego, y en este sentido, teniendo en cuenta
el rasgo de indivisibilidad y su pertenencia a la sociedad toda, pareciera
adecuado sostener que el Ministerio Público sería un adecuado representante
de estos intereses. No implica esto retacear la legitimación del afectado,
quien podrá ser por sí el motor inicial de la jurisdicción. Al contrario, se
está proponiendo que una vez incitada ésta, pueda el Juez, consciente de la
cuestión puesta bajo su conocimiento, integrar la Litis mediante el emplazamiento
de aquel representante que por ley está legitimado a resguardar los intereses
comunitarios. El litisconsorcio resultante de tal integración sería sui
generis, exorbitante de las nociones de litisconsorcio voluntario y necesario,
por lo que ya desde algun tiempo le hemos asignado la denominación de “colectivo”
(UCIN, María Carlota, “La tutela de los derechos sociales. El
proceso colectivo como alternativa procesal” Librería Editorial Platense, La
Plata, 2011, p. 116/117) –el destacado me pertenece- Mismo criterio surge del
art. 3 del Acuerdo Reglamentario N° 1499, Serie A, dictado por el Tribunal
Superior de Justicia, y única reglamentación en el orden local de este tipo de acciones:
“…aun cuando una demanda no hubiera sido promovida en clave colectiva, si el
magistrado o el tribunal entendiera que se trata de un supuesto previsto por la
presente reglamentación, dispondrá que se efectúen las precisiones y adecuaciones
correspondientes, en consonancia con lo establecido en el art. 2 Con tal fin,
podrá correr vista al Ministerio Público, al Defensor del Pueblo, a las
asociaciones y demás legitimados de conformidad con la normativa vigente
(artículo 1), para lo cual el magistrado recurrirá al mecanismo de comunicación
que posibilite afectación a una pluralidad relevante de individuos a los que, por
medio de estos procesos, se les debe garantizar el acceso a la justicia
colectiva.” Es decir, existe una notable importancia en el planteo que
habilita la tramitación de los presentes como una causa colectiva en la que se
discuten intereses individuales homogéneos. Los procesos colectivos importan
una eliminación de los principales obstáculos al pleno ejercicio del derecho de
acceso a la justicia, son un instrumento mitigador de las desigualdades de las
partes motivadas en ventajas de índole personal, aportan a un mejoramiento de
la eficiencia del sistema para evitar el dispendio de actividad jurisdiccional, es
una nueva forma de participación ciudadana en el sistema democrático,
contribuye a la mejora en la calidad de las sentencias y afianzamiento de la
legitimidad del Poder Judicial, disminuye el riesgo de escándalo jurídico por
sentencias contradictorias, y fundamentalmente, acerca a la justicia a la
gente. Estas razones, a lo que se suma la enorme trascendencia social del
problema traído a solución, pasibles –incluso- de ser analizados desde la
óptica de los llamados “Litigios de Interés Público” (piénsese en que no se
trata de una cuestión meramente pecuniaria, sino que tiene aristas sociales, y
aún comerciales, con impacto en el mercado automotriz), me conducen a la solución
que adopto. En este orden de ideas, razones de economía procesal también
imponen la necesidad de un trámite de acción de tipo colectivo. Es necesario
destacar que la economía procesal no solo refiere a los recursos materiales y
temporales del Tribunal, sino también de las partes justiciables, y de los
abogados que intervienen. Asimismo, el orden público que se encuentra
involucrado en la normativa consumeril me conduce, como director del proceso, a
arbitrar los medios necesarios para evitar la dilación irrazonable del proceso
para sujetos de preferente tutela, como son los consumidores, de conformidad a
lo dispuesto por los arts. 42 de la Constitución Nacional, y 65 de la ley
24.240. La tramitación colectiva permitiría el acceso a la justicia de una gran
cantidad de consumidores afectados y que no han efectuado reclamo alguno, sea
por ignorancia, o por entender que no amerita el desgaste, que son todas
expresiones de la minusvalía en la que se encuentran los consumidores. Por otro
costado, es posible afirmar sin hesitación que el procedimiento ordinario
contenido en el CPCC vigente no se encuentra preparado para el tipo de
conflicto que se ventila en autos. En este sentido, siguiendo a Sucunza,
decimos que: “En numerosos conflictos –especialmente en justicia de
acompañamiento o litigios de interés público-, la estructura no puede ser
rígidamente bilateral, sino expansiva y amorfa (…) Profundizando dicha idea, Chayes
señala que “la acción de clase es un reflejo de nuestra creciente percepción
respecto a que un importante conjunto de interacciones públicas y
privadas –quizás las más relevantes a la hora de definir las condiciones y
oportunidades de vida de la mayoría de las personasestán conducidas con una
lógica rutinaria o burocratizada y que por tanto no pueden continuar siendo
abordadas como relaciones bilaterales entre partes privadas”” (SUCUNZA, Matías A., “Constitucionalización del derecho y
reforma a la justicia no penal: interpelaciones y aportes en pro de una (re)
ingeniería procesal igualitaria, responsable y democrática”, en ROJAS, Jorge A.
(Coordinador), “Análisis de las bases para la reforma procesal civil y
comercial”, Santa Fe, Rubinzal Culzoni, 2018, p. 29) Es deber de los jueces,
conforme a lo dispuesto por el propio art. 1 del Código Civil y Comercial,
resolver “los casos” que son traídos a resolver conforme a la Constitución Nacional
y a los tratados de derechos humanos en que la Nación sea parte. Esta norma,
que incorpora el paradigma de constitucionalización del derecho privado, no me
deja duda sobre que la reconducción oficiosa del trámite. No debemos perder de
vista que tanto la tutela de los consumidores, como la posibilidad de que dicha
tutela se intente de manera colectiva, son derechos garantizados
constitucionalmente. (art. 42 y 43 C.N.) Por otra parte, no podemos soslayar la
propia dinámica contractual del llamado “Autoplan”. Como sabemos, en este tipo
de contratos, las personas integran un “grupo”. Ese grupo se financia con los
aportes de todos los adherentes, lo cual permite, al cabo del transcurso del tiempo,
que cada uno de los adherentes (financiado por los restantes miembros del
grupo) pueda acceder a su vehículo. Una decisión como la que se pide en la
demanda de declarar la nulidad de una clausula predispuesta en el contrato de
adhesión genera una repercusión ineludible en los restantes integrantes del
grupo, que pueden no estar comprendidos en la demanda, lo que generaría un
efecto adverso hacia ellos, toda vez que podrían ver “desfinanciado” su grupo,
y un riesgo de que no logren su finalidad en la celebración del contrato, cual
es la obtención del vehículo. Este posible efecto podría generar una verdadera injusticia,
máxime porque los restantes actores podrían no haber demandado simplemente por no
haberse enterado de la existencia de esta controversia. Esto constituye lo que
Ucín ha denominado una verdadera trama policéntrica: “La situación policéntrica sería equivalente a la de una telaraña,
con varios centros cruzados por múltiples hebras, cada uno de los cuales representa
un centro distributivo de tensiones. Las modificaciones introducidas en un
centro desestabilizan y provocan cambios en los restantes que, por ser
interdependientes, se ven también modificados.” (UCIN, María Carlota, “La
trama policéntrica del litigio de interés público”, op. cit., p. 773)
Esta dinámica contractual tiene un sinnúmero de ramificaciones que exigen una
decisión en el marco de una acción colectiva. A mayor abundamiento, el Alto
Cuerpo federal ha reconocido en el celebérrimo precedente “Halabi” la
existencia de tres categorías de derechos: los individuales, los colectivos que
tienen por objeto bienes colectivos –caso típico de los derechos ambientales-,
y los de incidencia colectiva referentes a derechos individuales homogéneos.
Estas categorías, con prescindencia del fallo de la CSJN citado, se encuentran
también en el propio art. 43 de la C.N. En el caso de marras, nos encontramos
ante un supuesto de defensa de intereses individuales homogéneos, que se trata
de uno de los supuestos expresamente contemplados por el art. 43 de la C.N.,
como así también del reconocido precedente de la CSJN “Halabi”, con una marcada
incidencia colectiva, por las razones que expresé supra. En este
sentido, el Tribunal Cimero se ha pronunciado: “En estos casos no hay un bien colectivo, ya que se afectan
derechos individuales enteramente divisibles. Sin embargo, hay un hecho, único
o continuado, que provoca la lesión a todos ellos y por lo tanto es identificable
una causa fáctica homogénea. Ese dato tiene relevancia jurídica porque en tales
casos la demostración de los presupuestos de la pretensión es común a todos
esos intereses, excepto en lo que concierne al daño que individualmente se
sufre. Hay una homogeneidad fáctica y normativa que lleva a considerar razonable
la realización de un solo juicio con efectos expansivos de la cosa juzgada que
en él se dicte, salvo en lo que hace a la prueba del daño.” ("Halabi, Ernesto c/ P.E.N. - ley 25.873 - dto. 1563/04 s/
amparo ley 16.986" (Fallos : 332 :111) Como dije más arriba, la posibilidad de que esta acción se
ejercite de manera individual es absolutamente impráctica, y contraria a la
prudencia. Debe tenerse en cuenta que la acción tiende –entre otras cosas- a
declarar la nulidad de un contrato predispuesto, con lo cual la afectación es
ineludiblemente de un colectivo, cual es el de todos los sujetos que lo hayan suscripto,
y no solo del peticionante. No es menos cierto que existe una fuerte
trascendencia social en el caso traído a resolver, y ello no puede ser
menospreciado por los jueces al momento de admitir formalmente una demanda. El
interés social también es un dato relevante a los fines de encauzar la presente
por la vía colectiva. Determinado esto, corresponde adentrarnos en una cuestión
clave en este tipo de acciones: la determinación de la clase. Corresponde
determinarla como todas aquellas personas humanas, que en su carácter de
consumidores (conf. art. 1 de la ley 24.240), hayan suscripto un contrato de “Autoplan”
con la empresa “FCA Automobiles Argentina S.A.”, “Fiat Motcor S.A.”, y “F.C.A.
S.A. de ahorro para fines determinados”, y que residan dentro de la Provincia
de Córdoba. Esta clase podría, eventualmente, ser dividida en subclases, en la
medida en que se justifique un tratamiento diferenciado para cada colectivo. Claro
está, a partir de la notificación de la presente a los letrados de la parte
actora, cualquier persona podrá ejercer su derecho de opción a excluirse de la
clase a la que pertenezca. Proveyendo a la medida cautelar solicitada, cuyo
objeto consiste en retrotraer el valor de las cuotas mensuales actuales a las
correspondientes al valor del mes de mayo de 2018, adelanto opinión acerca de
su procedencia, aunque no en los términos en que fuera solicitada. Según los
dichos de la actora, el valor de las cuotas de su autoplan ha aumentado en el
orden de un 150%. Esta cuestión, sin perjuicio del monto porcentual que se le
asigne, es prácticamente un hecho notorio, ya que tiene una fuerte
trascendencia social. Los jueces no debemos perder de vista que, ante todo,
somos jueces de la realidad, y que el derecho tiene como
eje fundamental a la persona humana. Es sabido que conforme a los índices
oficiales del INDEC, la inflación entre los meses de mayo de 2018 y diciembre
de 2019 (último mes medido) asciende a un 71,1%. De allí que, sin ingresar al
análisis de la cuestión de fondo, para lo cual deberá contarse con la contestación
de la parte demandada, y la producción de la prueba que las partes ofrecieran,
la medida cautelar luce procedente. La cuestión pasará por determinar el
incremento porcentual que deberá sufrir la cuota abonada (entendiendo por cuota
el valor final abonado por el consumidor), ya que el congelamiento del precio
también luce como una desproporción, en perjuicio de la parte demandada,
teniendo en cuenta el índice inflacionario descripto. También es cierto que no todas
las personas integrativas de la clase han tenido una evolución en sus economías
al ritmo de la inflación, lo que impone llevar adelante una valoración aún más
rigurosa. Es por ello que estimo justo que el incremento que sufra dicha cuota
sea equivalente al 50%, debiendo formularse este recalculo a la fecha de la
próxima cuota a liquidar, y para todos los miembros de la clase que arriba
definí, salvo respecto de aquellos que expresamente manifiesten su voluntad
exclusoria. El porcentaje mencionado podrá ser readecuado conforme a los
índices próximos, a pedido de la parte demandada. Para determinar esto, no
corro riesgo alguno de adentrarme en la cuestión de fondo, toda vez que
simplemente he valorado los requisitos de procedencia de toda medida cautelar.
Esto es la verosimilitud en el derecho, el peligro en la demora, y la
contracautela. Como dije, con relación al primero de los requisitos, es
prácticamente un hecho notorio el aumento de las cuotas de los planes de autos
a valores superiores al ritmo de la inflación, sin cumplimiento alguno del
deber de información por parte de la sociedad demandada. Con relación al
peligro en la demora, si la medida cautelar no se dicta, se corre el riesgo de que
las personas dejen de pagar, y les pueda ser iniciada una ejecución prendaria
en el marco del legítimo ejercicio de un derecho en cabeza de la demandada. Finalmente,
el requisito de la contracautela se encuentra perfectamente satisfecho, con los
ahorros integrados y los vehículos adjudicados. Integración de la Litis. No
se me escapa la cuestión, aspecto fundamental en los procesos colectivos. El
polo activo ha de estar debidamente representado, y para ello es necesario
citar a todos aquellos que se crean con derecho a representar al colectivo
involucrado, representación que será evaluada por este Tribunal, pudiendo poner
coto a la intervención de terceros coadyuvantes, cuando se estimare que ya se
encuentre satisfecho el requisito de la suficiente representatividad, lo cual
ha sido el criterio de nuestra Corte Suprema de Justicia de la Nación en el
precedente “Mendoza”, y de esta forma, conformar un verdadero “frente activo”.
Esta citación se formula por el término de diez días contados a partir de la
fecha de esta resolución, sin perjuicio de que pueda acortarse este plazo si se
entendiere que el requisito de la representatividad al que aludo se encuentra
satisfecho. Para obtener este tipo de intervención, como también para dar
cumplimiento al requisito de publicidad que dimana de las acciones de este tipo
(de conformidad a lo dispuesto por el AR 1499 Serie A del TSJ), corresponde dar
al presente amplia difusión, en lenguaje claro y accesible para todos los ciudadanos,
para lo cual se dispone poner en conocimiento de los presentes a la Oficina de Prensa
dependiente del Tribunal Superior de Justicia, a los fines de que utilice los
canales de difusión gratuitos de que dispone. Con relación a la conexidad
planteada por la parte actora, y formulada por parte del suscripto la consulta
del Registro Público de Acciones Colectivas, se advierte que se encuentra en trámite
por ante el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de 28°
Nominación una acción similar a la presente, pero que encuentra circunscripto
su alcance a los suscriptores del Grupo 13004, conforme Auto N° 583, de fecha
1/11/2019. Sin perjuicio de ello, y sujetándome a las reglas de conexidad
previstas por el AR 1499 Serie A, la sustancial semejanza existente entre la
presentación por ante este Tribunal efectuada, con las efectuadas también por
ante este Tribunal en la causa “Acosta” y “Furlotti”, para evitar la
tramitación en paralelo de causas que versen o que tengan por objeto la
afectación de similares derechos transindividuales o de intereses individuales
homogéneos, me llevan a la conclusión de entender que existe efectivamente la
mentada conexidad aludida en el libelo inicial. Ahora bien, esta presentación
no puede afectar a la presentación existente, que se encuentran ipso facto
excluidas de la clase. Es decir, la presente acción NO INCLUYE A LOS SUSCRIPTORES
DEL GRUPO 13004, quienes deberán continuar el trámite por ante el Juzgado
respectivo. Trámite oral. Sin perjuicio del carácter de acción colectiva
que se le otorga a la presente, con relación al trámite que se le ha de
imprimir, hágase saber a las partes que el presente proceso se tramitará
conforme lo dispuesto por la Ley Provincial N° 10.555 y el Protocolo de Gestión
de la Prueba aprobado en A.R. N° 1550, toda vez que de acuerdo a lo dispuesto
por el art. 53 de la ley 24.240, en los procesos de consumo deben regir las
normas del proceso de conocimiento más abreviado de la jurisdicción, siendo el
proceso oral el que encuadra en esta característica; en su mérito, deberán
respetarse las reglas y principios del proceso oral civil receptado en la norma
citada. Cítese y emplácese al demandado para que en el plazo de quince días
comparezca a estar a derecho y constituya domicilio legal bajo apercibimiento de
rebeldía, conteste la demanda, oponga excepciones, o deduzca reconvención,
debiendo ofrecer la prueba de que haya de valerse bajo apercibimiento de ley. Hágase
saber a las partes que se encuentran a su disposición en la página web del
Poder Judicial los instrumentos que regulan el proceso oral civil. Requiérase a
las partes y a sus abogados para que denuncien números telefónicos y correos electrónicos
que reconozcan como aptos para recibir comunicaciones. Encontrándose
involucrada normativa consumeril, dése intervención al Ministerio Público Fiscal.
A los fines de la inscripción de la presente en el Registro de
Acciones Colectivas creado por A.R. 1499 Serie A, emplácese a los letrados
intervinientes para que den acabado cumplimiento
a la misma, y procedan a la confección de la planilla que dicho Acuerdo dispone.
Notifíquese. Texto Firmado digitalmente por: FLORES Francisco Martin Fecha:
2020.02.03 AGRELO Consuelo Maria Fecha: 2020.02.03
Buenas tarde: hoy siendo viernes 17 de julio de 2020 me llega un mensaje de texto a mi celu informandome de esta cautelar.Desde el dia 08 de julio que estoy tratando de abonar la cuota correspondiente a este mes y me figuraba como que estaba paga y yo no habia abonado aun, intente repetdamente comunicarme a los telefonos suministrado por fiat plan, pero no tube resultados favorables alguno.Hoy me pude comunicar y me informan que la cuota esta abonada por los retroactivos de la cautelar, pero le solicito a la señorita que me atendio que suministre el valor de la cuota y los descuentos aplicados a la cuota y me responde que ella no esta autorizada a suministrarme tal información, no sabiendo entonces cual es el importe de cuota ni tampoco así su descuento. Mi nombre Gonzalo Martin dejo el numero de mi celular +5493544610033 para que se me comunique que medidas seguir y/o tomar gracias.
ResponderBorrarHola Gonzalo, puede contactarse al estudio por WhatsApp al 3517331150. Saludos!
ResponderBorrarQuiero saber si la cautelar sigue vigente
ResponderBorrarEstoy en una situación con Fiat plan por el tema de la medida cautelar. Mi pregunta es como proceder para que no se haga una bola de nieve
ResponderBorrarHola! Nosotros adjudicamos un auto en el año 2019 en motcor fiat plan en Córdoba y el año pasado a finales de agosto por la situación económica, quede sin trabajo, nos mudamos a Tartagal, Salta, nunca me bajaron las cuotas del plan al contrario cada vez es mas difícil abonar. Nose Si entramos en la medida cautelar pero la verdad que no sabemos ya que hacer y faltan aún 24 cuotas más.
ResponderBorrarA los fines de realizar consultas sobre casos particulares, pueden contactar al estudio por WhatsApp al 3517331150. Muchas gracias!
ResponderBorrarBuen día. Yo estoy con una situación similar, pude pagar la deuda pero tuve que vender el auto. Me podría asesorar
ResponderBorrarHola que tal? En 3 meses termino de pagar mi auto Fiat. No sabía absolutamente nada de la cautelar, llame y me dicen que el importe de esa cautelar es de mas de 300mil pesos..nunca jamás me retrase en ninguna cuota. Se puede iniciar causa legal ante esto?
ResponderBorrarA los fines de realizar consultas sobre casos particulares, pueden contactar al estudio por WhatsApp al 3517331150. Muchas gracias!
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